Se tejen en el pueblo de Navahand en el noroeste de Persia, cerca de la ciudad de Hamadan. Para las alfombras Navahand usan lana de muy buena calidad. Su tejido es fino y complejo. Los colores son variados y predominan los tonos de rojo y celeste. Sus figuras son geométricas con representaciones de flores y a menudo de la fauna.